
Peligroso, el pasar la muga, al país del totalitarismo sentimental.
Los ojos deben estar bien abiertos, para no ser sorprendido por la espalda mientras se hace el amor. Sus servidcios de inteligencia, son los más efectivos a nivel mundial, y uno nunca sabe si se acuesta con un doble agente.
Se debe estar atento , a interpretar el más leve gesto, que denote un levante de pestaña lento. Posiblemente lleve debajo un magnun love parabellum.
Os lo dice un experto, en cruzar en el último momento , la aduana, huyendo hacia mi.
No volveré a caer en el Guantanamo, de torturas, de gotas continuas sobre los oidos, ratas que te comen el corazón mientras permaneces inmovil, o brazos que te rodean hasta axfisiarte.
Ya se que todo eso acaba con ejecuciones públicas y tribunales ajenos que te juzgan, mientras los propios, callan remitiendose a la imparcialidad de la ONU.